Adiós a las clases

Adiós sala de 4. Adiós sala de 2. Adiós a mi primer año escolar 100% presencial como madre.

Adiós a las viandas de la mañana, las corridas con el cepillo de dientes, la sacudida de zapas post arenero, el delantal limpio en la mochila, el delantal sucio para lavar antes de que sea lunes de nuevo.

Adiós a los mensajes con Seba «hoy se quedaron bien» «hoy Rafa lloró» «hoy Joaco no quiso saber nada» 🙈 «hoy entró con un amigo de la mano» 💜

Adiós a las notificaciones por febriculas, fiebres, eruptivas, conjuntivitis y adiós también a las altas médicas. Adiós al «llevar algo para compartir» y a reponer los pañales para la sala. Adiós a esperar 15 minutos antes de que abra el portón al mediodía para que ellos no se angustien esperando 🤣

Ahora que viví todo lo que realmente es tener a los chicos en el colegio no puedo más que agradecerle a Mamá por todas sus corridas. Es increíble la cantidad de cosas que tienen que entrar en nuestro cerebro a la misma vez, siempre pendientes de que ellos no se pierdan de nada y cumplan con todo.

Creo que yo voy a sentir más el inicio de las vacaciones que ellos 🤣 todavía quedan los actos de fin de año, ya están haciendo fila las lágrimas para salir a bobotones… pero ¡qué lindo es sentir que pude acompañarlos en cada paso de este año de tanto crecimiento para ellos! Cada vez que salieron contentos y cada vez que salieron tristes. ¿Y cuándo siento que gané? Cuando de golpe los escucho charlar atrás en el auto volviendo del cole y preguntarse entre ellos «¿Cómo te fue hoy? ¿Qué hiciste?».

¡Qué hermosa e importante que es la escuela! Uno siempre quiere más, «llegar a…» verlos pasar de año, de etapa, recibidos. Pero les juro que hoy soy feliz con esto: en su primer año de escolaridad completo crecieron tanto, tan curiosos y dulces, que puedo decir que fue un hermoso éxito.

¿Quién más anda empezando con los balances? Los leo 💜.