El turismo y la pandemia

No voy a negarlo: me es muy raro estar en un all inclusive después de todo lo que pasó. Después de haber estado 8 meses viendo solo las caras de Seba y de los chicos en nuestro departamento. Después de haber tenido que armarles una carpa de juguete en el living para que por lo menos tuvieran «otro ambiente» donde «cambiar de aire». Después de haber desinfectado cada cosa que venía de la calle, de haber usado el barbijo por horas en reuniones, de haber mantenido la distancia de 2 mts hasta con los seres más queridos, entrar en un buffet atiborrado de gente que toquetea todo, es raro. Parece como si se tratara de otra vida.

Y estar panza arriba mientras otros trabajan duro para atenderte también es raro. Sobre todo cuando alguno contestó a nuestra pregunta automática «Hola, ¿cómo estás?» «No tan bien como vos» 🙈 = corazón roto en mil pedazos. Pero hubo un chef que se acercó ayer a la mesa, al que le agradecimos por haberle hecho a Joaco una comida especial que pidió, que nos respondió esto 👆. Nos dijo que eran ellos los que tenían que agradecernos por haber vuelto. Que el hotel había estado 2 años con las luces apagadas como una casa vacía y que eso había sido muy duro y muy triste. Esta respuesta me hizo sentir mucho mejor. De golpe nos vi como parte de un engranaje en el que nosotros necesitamos algo que ellos pueden darnos (vacaciones paradisíacas) y ellos necesitan del turismo para poder vivir. ¡Qué increíble cómo dos personas pueden ver la misma situación de maneras completamente distintas! ¿No?

Además la metáfora de la casa vacía me pareció hermosa, y pienso que así se habrá sentido para muchos rubros. Después de pasar tan abruptamente del bullicio al silencio, volver al bullicio es casi como un despertar.

Somos muy distintos los dominicanos y nosotros, así lo siento. Ayer me salió decir «palta» y «pochoclo» y me miraron como una alienígena. «Aguacate» y «palomitas de maíz», ya lo aprendí para la próxima 🤣 Pero ayer sentí que con este chef hablábamos el mismo idioma. Y es que estamos ante otro sentimiento que no puede escaparse de nadie que haya vivido en la tierra los últimos dos años: cómo nos hizo sentir y nos transformó la pandemia.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s