Que la vida es un equilibrio, siempre lo digo. Pero que la maternidad pone a prueba tu capacidad de mantener la dosis justa de cada cosa, de eso me gustaría escribir hoy. La armonía en casa no es otra cosa que eso: un gustito, un límite, una rutina, un permitido, y así.
Soy de las que si tiene dudas consulta a quien sea: puericultora, coach del sueño, psicopedagoga, dependiendo la ocasión. Y hoy, a 4 años y 1 mes de haber sido madre por primera vez, finalmente comprendo que no existen los manuales, o mejor dicho, que cada uno tiene la libertad y la capacidad de escribir el suyo propio. Porque además no es transferible: compartir experiencias con otros padres es muy enriquecedor, pero lo que te sirvió a vos puede no servirles a ellos porque no deja de ser subjetivo.
Por acá andamos con noches difíciles. Mucha necesidad de compañía y pesadillas. Es difícil cuando lo que tenés que hacer es ponerle el cuerpo, ese mismo cuerpo que también necesita tener sus horas de descanso. Pero hoy, a pesar del estado «zombie» pude trabajar todo el día con Joaco en el por qué de sus pesadillas. Charlarlo, dibujarlo, encarcelar al monstruo y colgar a los héroes que lo protejan a la noche. No sé cómo se desarrollarán las siguientes horas. Y creo que mucho de ser madre es que no está nunca todo dicho. Pero me sigo sorprendiendo de la capacidad que tenemos de sobreponernos para el otro. Estoy aprendiendo a ser sincera con las emociones, «estamos cansados» le digo a Joaco «pero hoy vamos a descansar mejor» 💪. Y hablarlo con otras madres me hace bien por que se que no estoy sola, pero a la vez te das cuenta de que todos buscan su propia manera de resolverlo o de vivir con eso. Esta es la que encontré hoy, mi propio método. No lo escribo porque vaya a servirte, aunque ojalá que sea así. Solo para que sepas que la respuesta está siempre en VOS y en TU familia. El resto puede ayudar pero no va a tener la última palabra. Y quizás tampoco lo escribo para que lo sepas, quizás lo escribo solo para volvermelo a recordar cada vez que se me olvide y que corra a sacar «una consulta con…» cuando quizá el primer paso es simplemente agacharme, mirar a los chicos a los ojos y escucharlos.
Hola! Mucho gusto
Mi nombre es Marcela Valdez tengo 49 años y 4 varones y 1 nieto
Tube una temporada larga con mi hijo mayor teniendo pesadillas, grandes y feas pesadillas! El abría los ojos y me miraba, yo tratando desesperadamente que el me vea y sepa que solo era un mal sueño, pero no lo lograba, podíamos pasarnos varios e interminables minutos de ésta manera, hasta que lo abrazaba y trataba de consolarlo de tanto llanto.
Luego estaba la tarea de seguir descansando, así, acurrucados y compartiendo la cama hasta sentir que estaba su corazón mas tranquilo. Esto de dibujar al villano y encarcelar está bueno! A él que tanto le gustaba dibujar iba a ser de gran ayuda.
No hay escuela para padres pero intentamos lo mejor que nos salía…
Gracias!
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