Esta frase 👆 es una de las favoritas de Rafa últimamente. Como ya les conté, es fanático del abecedario (sí, se me cae la baba) y con sus solo 2 años y 2 meses su nuevo juego preferido es decir qué palabras empiezan con tal letra. Me encanta que su referencia sea «Mamá».
Todavía me cuesta un poco que identifique la «I» con mi nombre, o sea conmigo. ¿Qué loco no? Pensar que esa fue la inicial que me caracterizó siempre, y ahora fue desplazada por la «M». Hasta cuando pasamos por enfrente de unos «arcos dorados» Rafa empieza a gritar «¡¡La «M» de Mamá!!» con una emoción que te dan ganas de comértelo crudo.
Siempre me gustaron los apodos que derivan de mi nombre (Ine, Inu, Inulie). Pero tengo que decir que hoy compiten codo a codo con el «Mamá». Todavía no puedo creer llenar ese lugar para la vida de dos personitas que a veces parecen una cuando piden upa al mismo tiempo 🤣. Me ha pasado también que hijas de amigas me dijeran «Mami» y, no lo voy a negar, me encanta. Es que ¿se dan cuenta de la dulzura que encierra este sustantivo?
Siento que todas las que compartimos esta forma que tienen nuestros hijos de llamarnos estamos hermanadas en el mismo apodo que nos da complicidad. Hay mucho que no tenemos que decirnos, que no es necesario porque ya lo sabemos. Por eso abrazo mi nueva inicial: la «M» de mamá. Porque significa tantas cosas que es imposible resumirlas. Solo puedo decir que es un verdadero regalo del cielo.
¡Feliz Día a todas las «M» que van por la vida dando lo mejor de sí para sus personitas más especiales! 💜
Inés María Agosta 