
«Los buenos poetas no usan ni una palabra de más, todas transmiten significado y emoción. No manejan el arte del desperdicio.» Esta es una de las tantas citas del libro que subrayé y me pareció perfecta para describir a toda la novela.
Si conocieran a Iou como la conozco yo sabrían que siempre busca la perfección, y esta nueva novela suya no es la excepción. Es una loa a muchas de las enseñanzas que tuvimos en la facultad, y a otros muchos autores y libros que forman parte de su «yo lector». La novela está llena de citas que acompañan la historia y que nos muestra cómo, quienes somos apasionados por la lectura, tenemos en nuestro inconsciente un crisol de voces que acompañan nuestras experiencias de vida.
¿De qué va el libro? Es una historia de amor en la que ningún personaje está de más. Hasta cada diálogo tiene un porqué. Corren dos líneas de tiempo, una en el 2016 y otra en el 2018, que describen dos romances distintos que tiene la protagonista. Y como si este excelente manejo de los tiempos, las intrigas y las referencias bibliográficas fuera poco, en el libro también hay un gran guiño para quienes leímos la primera novela de Iou «Mi marido y su mujer».
La descripción de la ciudad de Nueva York es hermosa y además de recrear cada detalle de ese universo, Iou le da otro toque más a nuestra experiencia sensorial: no nos cuenta sólo lo que la autora ve, o huele, sino también lo que escucha. En más de una oportunidad nos metemos en el ambiente con la música que hay de fondo, ya sea porque está en sintonía con lo que Elisa siente o porque esta lejos de eso.
«El libro más lindo del mundo» puede ser una gran compañía si te permitís meterte en la cabeza de Elisa. Es fundamental que te gusten dos cosas: las historias de amor y los monólogos interiores. Y una vez leído, es ideal para guardar para siempre. Porque Iou no solo nos ofrece una historia, también con, mucha generosidad, nos resume años de su experiencia como bibliófila que, como todo lo que se propone, roza la perfección.