Pararse

Qué difícil que es pararse a veces. Lo tenemos tan incoporado que no lo agradecemos lo suficiente. Erguirse. Plantarse. Nos sale naturalmente: es la única forma de empezar el día. Es la única manera de ir hacia donde queremos. Y sin embargo a veces sería tanto más fácil quedarse acostados. Que las cosas vinieran hacia nosotros y no tuviéramos que salir a buscarlas. Que los caminos no fuesen tantos ni tan distintos entre sí. Que las elecciones fuesen más simples. Pero ¿qué gracía tendría entonces todo, no? Nos quedaríamos con la duda de qué hay ahí afuera. Nos perderíamos de ver qué nos llama la atención espontáneamente. Quizás no nos equivocaríamos ni nos desilusionaríamos. Pero entonces seríamos cada vez más débiles. Porque por más de que en los momentos de desilusión nos sentimos sumamente vulnerables y por eso nos recluimos, la verdadera respuesta está cuando volvemos a erguirnos. Porque si nos midiéramos con un metro descubriríamos que después de ese dolor nos hicimos más grandes.

Por eso los días en que te cueste levantarte pensá en todo el sudor que significaron para vos esos centrímentros que ya ganaste, y hacelo por esos esfuerzos. Y no te preocupes si hoy te sentís más chiquita, más chiquito o más encorvada o encorvado. Cuando te quieras dar cuenta ya vas a estar de nuevo con la cabeza en alto. Mirando todo con otra pespectiva. Esa que solo pudiste lograr con esos centimetros que ganaste el día que decidiste volverte a levantar.

Ph. @julietasaavedra.ph

#reflexiones #ponersedepie #escritura #lecturadeldia #leer #escribir #levantarse #lecturadeldia #mesdelector #escritos

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s