[Tercera edición de nuestro #ContrapuntoDeFrasesHechas. Hoy me tocó estar a favor de la frase. Te invito a leer el otro lado de la moneda en la cuenta de @belu.basalo. ]
Hoy presentamos: «Si sucede, conviene»
Lo que me gusta de esta frase es que nos habla de un «algo» mucho más grande que nosotros que de alguna forma sabe mejor que nosotros mismos lo que necesitamos. Me hace pensar en un bosque visto desde adentro y visto desde arriba. Desde adentro los caminos pueden parecer difíciles y la salida puede no vislumbrarse a simple vista. Quizás todos los árboles nos parecen iguales, demasiado altos para poder ver el cielo. Quizás todas las piedras nos parecen distintas, y por eso creemos que esta vez no nos vamos a tropezar… y tropezamos. Pero ¿cómo se verá nuestro camino desde arriba? ¿Será más evidente el sendero? Quizás hay un algo, un alguien, que desde ahí sabe cuál es la equivocación que nos va a llevar en la dirección correcta. Qué es lo que conviene para que, en última instancia, podamos alcanzar eso que tanto queremos.
Hay situaciones en las que es difícil reconocer hasta qué punto esta frase encierra tanta verdad. Y es que hay cosas que no son fáciles de vivir, y nos cuesta pensar que algo tan malo que está sucediendo realmente convenga. Pero, si nos detenemos a pensar, seguro encontremos la forma de identificar qué de ese dolor me hizo bien. Quizás porque me hizo crecer. Quizás porque me acercó a alguien, o quizás porque me dio el coraje para alejarme.
Esta frase habla de lo que está acá, lo que realmente existe. No habla de hipótesis, ni de imposibles. No habla al vacío ni invoca pajaritos de colores. Por algo está en presente. «Sucede» está acá. Sucede ese encuentro; sucede ese desencuentro. Sí, sucede. Y sí, aunque hoy no puedas ver la imagen completa, aunque hoy pienses que no, eso que está sucediendo, conviene. Solo se trata de no perder la fe.
Inés María Agosta 