Escrito para el segmento de microcuentos de Inés María Agosta en Cross Action Radio (www.conexionabierta.com.ar) del 17 de septiembre del 2020.
Basado en la historia de «Grupo Carcajadas» (www.carcajadasweb.com.ar).
¿Cómo se mide el vértigo? ¿Hasta qué punto el miedo puede ser productivo? ¿En dónde
encontrar las claves para transformarse?
Melisa terminó la carrera de Maestra Jardinera convencida de que la docencia no era lo que llenaría sus días. Ese fue el primero, de muchos volantazos que daría en su vida, siempre regida por lo que su instinto tenía para decirle. ¿Qué era lo que más le gustaba de estar con chicos? Verlos reír. La carcajada.
Decidió empezar a crear diversión para los más chiquitos. Así nacía, en pleno 2000,
“Animaciones carcajadas”. Melisa comenzó recorriendo salones, con juegos y show de
títeres, en colectivos que muchas veces no querían llevarla por la cantidad de cosas que arrastraba con ella. Con el tiempo se sumaron actores, directores, músicos y los escenarios se transformaron en salas de teatro. En julio del 2009 todo marchaba sobre grandes ruedas.
La temporada de vacaciones de invierno se acercaba con la perspectiva de salas llenas y
miles de carcajadas agradecidas. Pero llegó entonces la primera pandemia en la vida de
Melisa: la Gripe A obligaría a los más chiquitos a permanecer alejados de todos y de todo.
En un plazo de 6 horas empezaron a llover las cancelaciones. Otro volantazo se avecinaba.
Por primera vez las calles porteñas en vacaciones de invierno se verían privadas de las pequeñas risas contagiosas. Melisa se preguntó ¿qué necesitaban ahora las familias y qué podía ofrecer ella? Diversión. Si los chicos no podían salir, ella les llevaría el entretenimiento a sus casas. De producción de obras infantiles a talleres a domicilio. La transformación le permitía que su fábrica de risas siguiera a flote.
Los años traerían un nuevo afán de superación. El objetivo del grupo pasó a ser generar carcajadas entre los pares creando para ellos originales espacios de juego. Festivales, cumpleaños, eventos… los chicos podrían tener sus propios espacios de diseño, para por un rato hacer verdad su sueño de ser bomberos, veterinarios, granjeros. Muchos, muchos chicos en un solo espacio. Todo disfrute, todo risas.
Enero del 2020, a Melisa el semáforo se le puso en amarillo. Otra vez un virus empezaba a circular, ¿se vendría otro volantazo? La experiencia le hizo sonar la alarma interior y antes de que las cancelaciones la tomaran desprevenida imaginó cómo debía reinventarse…. otra
vez. Sin tiempo ni dinero extra había que imaginar una forma de salir adelante. Entonces apeló nuevamente a la pregunta clave: ¿qué tengo para ofrecer y qué necesitan los demás?
Hoy Melisa sonríe. Los cambios son difíciles, los esfuerzos desgastan, la normalidad
cambió para todos. Pero Grupo Carcajadas sigue a flote: hoy divierte a menos niños durante más tiempo. La sorpresa y la calidad siguen intactas. Una vez más Melisa logró su objetivo: transformarse sin perder su identidad; transformarse sin deformarse.