Una de las primeras veces que la vi me amenazó: «Más te vale que no lo lastimes». «Linda forma de conocer a los amigos de mi novio» pensé. No es que físicamente fuera amenazante, pero su mirada me hizo saber que estaba hablando en serio. Con el tiempo entendería que su ferviente defensa por quienes quería mitigaba su dolor por no haber podido cuidar a los que ya no estaban. Lo respeté.
Sin que yo hiciera ningún esfuerzo ella se dio cuenta de que tenía buenas intenciones y todo fluyó. Llegó entonces ese esperado día. En una reunión de esas en las que te sos más muñequita de torta que invitada, sentí su abrazo firme acompañado de un «Ine es de las nuestras, si te metés con ella te metés con nosotras». No era necesario tanto dramatismo, pero tengo que reconocer que se sintió bien tener mi propia «Gladiadora Pepa».
El resto fue historia. No me sorprende que hoy sea a una de las personas a las que mis hijos más le sonríen y con la que más juegan. Pepa se viste toda de negro pero emana una luz que te envuelve y te contiene. Ella te hace sentir importante, escuchada, querida. Si no le caés bien, te lo hace saber. ¿Para qué hacerte perder el tiempo? Pero espero que todos tengan de su lado a una gladiadora como Pepa, que te defienda a uñas y dientes y que te acompañe siempre.
Feliz cumple Negrita 💜.
@pepaleonetti