Cuento #11. “Volver a soñar”

Amo la playa en toda las épocas del año. Aunque haga frío y no pueda sentir la arena en los pies o el agua salada en la cara, igual me gusta estar ahí. El mar es para mí como un imán, me quedo hipnotizada con su movimiento constante. Me da paz. Y es que si uno lo mira detenidamente el movimiento se repite pero no es igual. En cada nacimiento de una ola, en cada retiro y en cada rompimiento hay una historia distinta.

Es verano y solo me separan dos cuadras hasta la playa. En una mano tengo la repostera y en la otra la cartera. Desempolvé los anteojos de sol y el gran sombrero que no tiene nada de lindo pero me da sombra, y siento ese olor a Hawaiian Tropic que tanto me gusta porque significa que empezó la época más linda del año.

Cruzo el médano y encuentro ese rinconcito en la arena que me estaba esperando solo a mi. Abro la reposera, apoyo el bolso al lado y saco de él mi novela. Ese rato de lectura para juntar la temperatura necesaria antes de que mi cuerpo me pida a gritos meterme al mar, es glorioso. Cuando siento el calor necesario, dejo todo cerca de la reposera, cual si fuera mi pequeña casa en el desierto, y voy directo hacia la orilla. Estoy a punto de tocar el agua con el pie cuando… ¡Paf! Otra vez Daniel tiró el control remoto del televisor al piso. Y otra vez me despierto con ese ruido seco.

¿Entonces era un sueño? Parecía tan real. Mientras contengo mi frustración por no poder sentir esa hermosa agua salada, aprovecho el despertar para ir al baño. A la vuelta le echo una mirada de odio a Daniel (que él nunca va a ver) y apoyo el control remoto bien lejos para que no haya más accidentes. Me duermo esperando seguir el sueño donde lo había dejado, pero no funciona.

Al parecer el encierro favorece el insomnio y también puede generar pesadillas. Parece uno de esos prospectos en los que todo vale, porque no termino de entender cómo uno llega a las pesadillas si no puede dormir. ¿O es que las pesadillas nos despiertan y después viene el insomnio? El caso es que pareciera que ni eso podemos hacer bien: descansar.

(Sigue en mi libro).

[Este cuento forma parte del libro «#CuentoConVos» publicado bajo el sello de @editorialolivia. Para más información ingresá acá 💜]

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