Me recomendaron este libro hace casi un año atrás. Con ese síndrome que tengo de que me hablan de un libro y tengo que salir corriendo a conseguirlo, me lo compré muy rápido. Si les soy sincera, lo empecé y lo dejé porque me chocó que estuviera escrito con la «x» en las palabras como «nosotrxs». No pude seguir. Lo retomé hace poquito, un par de semanas antes de que naciera León. Siempre digo que los libros nos eligen en el momento justo y creo que, más allá de mis prejuicios, también pasó un poco eso: el momento para leerlo era ahora, y no antes. Cuando lean las citas que elegí van a entender por qué.
Pasé por alto las «x» que me costaba leer y me dejé llevar por este libro cortito que podríamos definir como filosófico existencial. Primero, querría saber si alguien por acá ya lo leyó y qué opina de él. Segundo quiero contarles lo que me dejó a mí: la idea de que todo es una gran metamorfosis, incluso el simple acto de comer, cosa que nunca había pensado antes. Hacia el final del libro el mismo autor dice: «Lo que quise mostrar en este libro es que esa relación no se limita a la oruga y la mariposa sino que existe entre todos los cuerpos del mundo, y entre todos los cuerpos vivientes y la Tierra». Con mi fascinación (y relación sentimental) con la mariposa como símbolo, me fue interesante leer este punto de vista sobre la vida en general. Pero ya a lo último se me hizo un poco largo el planteo, al estilo de «sí, entendí el punto, ahora podríamos empezar a redondear».
Creo que lo mejor que tiene el libro son estas citas que guardé. Mi preferida es la última, ¿la de ustedes? Los leo.