
Cuando les conté acerca de History After Office les dije que era una experiencia única. Odio repetirme, pero lo primero que quiero decir de este libro es que también es único. Lo que pasa es que Daniela, de la mano de Silvina Blanco, incorpora a la historia un elemento tan universal como cotidiano: la comida. Gracias a ellas uno puede llegar a conocer distintos personajes importantes del mundo de la política, el cine, la ciencia, la educación, etc., también a través de sus preferencias y costumbres culinarias. Eso es algo que yo, al menos, nunca había vivido. Los personajes dejan de estar ahí arriba inalcanzables, para acercarse un poco a nosotros y poder conocerlos y recordarlos a través de sabores y aromas.
Ya les recomendé que experimentaran algún encuentro de History After Office y, aunque el libro es independiente, vuelvo a recomendarles que primero la conozcan a Daniela porque tiene una forma de hablar calma, pausada, sólida y armoniosa que si no la tenés presente a la hora de leer el libro te perdés de proyectar en las palabras esas cualidades que ella transmite personalmente.
En cuanto al libro, me pareció sumamente original. Está organizado como si fuese un menú de tres pasos. El aperitivo es en realidad la introducción con la que Daniela nos invita a seguir leyendo. De ahí destaqué esta cita que creo que resume tanto el motor del libro como de HAO en general «Los sabores nos transportan en el tiempo y nos regresan a lugares añorados. Son puentes para reencuentros con seres que ya no están, pero que son evocados a través de aromas y sabores familiares». Después vienen las entradas, los platos principales y los postres, que se corresponden con las partes de la vida que se destacan de los personajes que conforman cada «paso»: la infancia/formación, sus horas más oscuras y los últimos años. Leeremos sobre los jóvenes Frda Kahlo, Mijaíl Gorbachov y Benito Mussolini; la oscuridad y el esplendor de Agatha Christie, Lady Diana Spencer y Los Churchill; y las últimas experiencias de Nelson Mandela, Napoleón Bonaparte y Jackie Kennedy Onassis, tan distintas entre sí y tan profundas a la vez.
Lo que más destaco de este libro son las anécdotas chiquitas pero significativas que denotan un gran trabajo de investigación y de selección. Si bien todas las historias son interesantes hay ciertos fragmentos que me calaron hondo, como el silencio que tan bien transmite la autora durante el funeral de Churchill o la forma en que construye la imagen de una Jackie O. independiente y cómo describe la aventura que emprendió en los últimos 20 años de su vida para lograr ser ella misma. Pero los dos capítulos que más me gustaron fueron el de Agatha Christie y el de Lady Diana Spencer, con la significativa imagen del yogurt en la cocina.
Les podría decir que es un regalo perfecto para San Valentín… pero la realidad es que, más allá de las fechas, es un libro hermoso para leer, disfrutar, conservar y comentar con otros. Así que, al igual que las cenas, sea por al excusa o circunstancia que sea, ojalá se regalen o regalen un poco de la hermosa energía que transmiten Daniela y Silvina.
(Podés conseguir el libro en cualquier librería o comprarlo desde Mercado Libre).