[En esta sección les propongo sábado por medio jugar a las adivinanzas. Yo me pongo en la piel de un objeto y ustedes tienen que adivinar qué soy. La primera persona en adivinar, puede decirme qué objeto “tengo que ser” en la siguiente edición. Esta vez fue @historias.chiquitas quien adivinó la adivinanza anterior y me sopló el objeto que es protagonista hoy. Pueden dejarme sus respuestas acá o en mis historias. ¡A jugar!]
Soy imprescindible, aunque no siempre me sentí así. Antes me usaban unos pocos, ahora me usan todos. Con actos fallidos cada tanto alguno me olvida, pero hoy nadie debería hacerlo.
Antes me hacían solo de friselina. Ahora puedo ser de todo tipo de telas. Antes me descartaban después del primer uso. Ahora puedo ser lavable. Antes tenía solo un color. Ahora puedo mostrar nombres de bandas, de películas, dibujitos, o simplemente flores, marcas o formas.
Varios reniegan de mí. Pero la realidad es que me necesitan. Cierto que oculto sonrisas. Pero también protejo. No está mal igual que por un tiempo el trabajo duro de expresar las emociones lo tengan solo los ojos ¿no? A los que no les gusta sonreír les doy la excusa perfecta para que no necesiten aparentar.
¿Qué soy?