Hay un cuento en mi libro #CuentoConVos que se llama «Camellia sinensis». Nació del disparador que me dio Isabel de yugenhebrasyblends que era el té y su significado cultural. A mí se me ocurrió una historia de madre-hija que cada vez que la releo me vuelve a conmover. Se centra en una etapa que yo viví como un desafío siendo hija y siento que lo va a ser todavía más siendo madre: la adolescencia. Les dejo uno de los párrafos que más me gustan del cuento:
«Pero un día, cuando tendría unos trece años, perdió completamente el interés por el té primero y por nuestras meriendas después. Pasaba fugazmente por el comedor diario y ni siquiera atinaba a sentarse a conversar. Quise tentarla ofreciéndole distintos gustos y variedades, pero nada surtió efecto. Se ve que tanto le insistí que un día echó fuego al mejor estilo adolescente y refunfuñó contra lo que llamó mi «obsesión absurda». Un portazo calló mi insistencia para siempre.»
Si algo aprendí con la maternidad es que toda etapa tiene sus desafíos y que, justamente, nunca dejás de aprender. Y si algo aprendí también es que más allá del «día de…» hay tanto para agradecerles a las que asumen el rol de mamá TODOS los días… tantos detalles que uno cuando es chico ni se percata. Claro que el primer agradecimiento es para mi gran Mamá con mayúscula caroagosta, por su dedicación, su paciencia, por cómo nos estimuló a que encontráramos nuestra mejor versión, por cómo nos cuidó en cada detalle y por cómo se preocupó básica y sencillamente por hacernos felices. Pero también agradezco a otras madres que tuve cerca, mis tías, madres de mis amigas y amigas de mi mamá. Quizás no se den cuenta, pero cada una me dejó una huella. Y todas ellas me ayudan a construir la mamá que soy hoy.
En fin, se acerca el Día de la madre y mi mayor regalo sería que un ejemplar de mi libro estuviera en manos de alguna madre que todavía no lo tenga. Me entusiasma pensar que pudiera emocionarse con mis historias y regalarle un rato solo para ella. Sobre todo me encantaría saber qué siente después de leer completo el cuento de «Camellia sinensis».
Si creés que tu mamá, tu abuela, tu tía, tu cuñada, tu hermana o tu amiga podría disfrutar de este regalo en su día, participá del sorteo. Es fácil:
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Tienen tiempo de participar hasta el jueves a las 22 hs. Así el viernes hacemos entrega gratis en CABA (o coordinamos otro modo de entrega si estás por provincia).
Mucha suerte.
Inés María Agosta 