«Cómo pisar una cáscara de banana» de Adrián Lakerman

«Para qué sirve la comedia» fue lo que les pregunté a todos los que entrevisté en Los Ángeles a principios de este año. El motivo del viaje era hermoso: investigar para el libro sobre sitcoms que finalmente me iba a sentar a escribir. Grande fue mi sorpresa, unos meses después, cuando descubrí el podcast de Adrián Lakerman «Comedia» en el que les hace a todos sus entrevistados exactamente la misma pregunta. Y es que la risa parece simple pero es algo complejo. Parece algo superficial, pero es algo fundamental en la vida de los seres humanos. Por más de que el libro que estoy escribiendo se enfoca en las sitcoms, la base, en definitiva, es reivindicar el humor, lo cómico, lo que nos hace ir a dormirnos con una sonrisa en la cara. Lo que resignifica todo lo que nos puede pasar en la vida, incluso lo más terrible, y lo que tiende puentes con los demás.

El caso es que, de la mano del podcast, descubrí este gran libro. El título ya de por sí me interpeló. Pisar una cáscara de banana es probablemente uno de los chistes físicos más antiguos y universales. La palabra «cómo» agregada al principio no hace más que reforzar de qué va el libro: desentrañar los mecanismos. Me dio realmente mucho placer leerlo; por un lado, porque el trabajo de Lakerman, en definitiva, también es reivindicar el género de comedia, pero por otro lado, porque hace un recorrido por la historia de humor de la Argentina que me pareció sumamente interesante. Una idea se conecta con otra, se fundamenta con bibliografía y se complementa con análisis propio de productos argentinos. Me sentí muy identificada, incluso, con las bases fundacionales del gusto cómico de Lakerman: Quino, Les Luthiers e incluso Tato Bores, muy presente en las noches dominicales en casa de mis padres. No falta la reflexión sobre por qué lo escatológico genera risa, sobre la presencia (o ausencia) del sexo, sobre el humor político, sobre las mujeres y la comedia e incluso sobre por qué reírse a expensas del propio grupo de pertenencia puede ponernos en un lugar de burlones de nosotros mismos, en algún punto (él lo explica mucho mejor).

¿Para quién es este libro? Para todo el que le interese meterse como el autobús mágico en los mecanismos más recónditos del humor y hacer distintas paradas interesantes en hitos del humor argentino. Para quienes, como yo, crean que la risa es cosa seria.

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