La novela está dividida en tres partes, que perfectamente pueden ser identificables como el inicio, nudo y desenlace de la historia. En la primera parte Kaspar, el protagonista, descubre un manuscrito de su mujer en el que cuenta una historia de su vida que él desconocía por completo: antes de haberse escapado de Berlín del Este a Berlín Occidental con él, había abandonado una bebé que había tenido con otro hombre. La culpa por haber dejado a su hija fue tan grande que Birgit quedó varada en su nueva vida y se sumergió en el alcohol. Ella quería buscar a su hija y escribir una novela sobre esa búsqueda y ese encuentro; entonces Kaspar asume como propia la misión inconclusa de su mujer. Pero no es con su hijastra con quien entablará el vínculo tan especial que describe la novela sino, como spoilea el propio autor desde el título, con su nieta. Lo interesante de esta historia es que abuelo y nieta deberán encontrar su punto en común más allá de sus fuertes diferencias ideológicas.
Schlink es un autor alemán contemporáneo que nos acerca la profunda división que existió (y aún hoy sigue existiendo) entre las «dos Alemanias» que existieron antes y después de la caída del muro de Berlín a quienes no vivimos tan de cerca esa división. Sus obras tienen tantas intertextualidades que es inevitable dejar el libro por momentos para buscar y entender todas las referencias que se nombran; pero a la vez es muy claro en sus planteos ya que nos pone de frente con dilemas morales sin juzgar a sus personajes pero presentándonos los distintos puntos de vista que puede haber sobre una misma situación.
A pesar de que el trasfondo ideológico es complejo, la novela es muy amena. Como toda gran obra de la literatura nos propone distintos niveles en los que podemos disfrutarla: podemos adentrarnos en los sentimientos ideológicos de los personajes o podemos simplemente reclinarnos y disfrutar de leer cómo el abuelo, ávido de amor, busca a través de distintas formas artísticas tender puentes hacia su nieta (o, mejor dicho, la nieta de su mujer).
Para comprar el libro: Busca Libre – Editorial Anagrama
Algunas de las citas que más me gustaron:
«¿Era la ternura una clase menor de amor? Tal vez, si era lo único que había. Para él no lo era». (pág. 13)
«Después recordó, y el recuerdo le invadió primero la cabeza y después todo el cuerpo. Por fin pudo llorar.» (pág. 20)
«El aburrimiento solo se disfruta cuando uno puede dejarse llevar por él, (…).» (pág. 40)
«(…) esa cólera en la que se convierte el duelo cuando ya no se soporta la impotencia» (pág. 55).
«(…) lo que no se doblega solo puede petrificarse.» (pág. 57)
«¿Cómo se huye de los demás? Viviendo la propia vida con determinación.» (pág. 64)
«No sabía el daño que a la larga puede causar el silencio.» (pág. 82)
«Lo mismo ocurría en todas partes: lo que impedía que algo creciera y diera fruto debía podarse y desecharse.» (pág. 185)
«La vida está en otra parte. La vida es música y es trabajo». (pág. 329)
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