Siempre me gustaron las historias con saltos temporales. También siempre me gustó pensar que una de las cosas más mágicas que tiene la literatura es la de imaginar mundos posibles. El libro de Matt Haig «La biblioteca de la medianoche» reúne ambas cosas y, como era de esperarse, me encantó.

El punto de partida de la novela es muy prometedor: después de una sucesión de eventos desafortunados, Nora decide terminar con su vida pero en lugar de un final se encuentra con una increíble aventura. Y es que aparece en una biblioteca en la que un personaje guía le va a ir mostrando todas las vidas posibles que podría haber tenido si hubiera tomado diferentes decisiones. Cada libro es una vida posible. Y cada vez que Nora lo abre se sumerge en un nuevo universo.

Inevitablemente el libro nos invita a pensar en nuestras porpias decisiones y nuestras vidas posibles. Nos cuenta sobre las teorías de mundos paralelos y nos lleva de la mano a experimentar todo eso que Nora experimenta. Nos conmueve, nos hace reír, nos produce bronca, nos alegramos con la protagonista. No exagero cuando digo que Haig logra transmitirnos todas las emociones a la par de acompañarnos en una reflexión muy profunda: ¿dónde radican nuestros arrepentimientos? ¿qué fundamentos tienen? ¿cómo querríamos cambiar nuestra propia historia?

Ágil, profunda y llevadera. Una gran combinación para una novela que sabe ser compañera de un día a día agitado. Si buscás un libro para entretenerte y emocionarte en el proceso, sin dudas te lo recomiendo.

Para comprar el libro: Busca Libre – Editorial Adn Editores

Si leíste o pensás leer este libro en el futuro próximo, te recomiendo que te anotes en el debate virtual que estoy organizando para el viernes 15 de agosto. Hacélo a través de este link: https://forms.gle/tQghDeFg5LTes3H68

Y acá te dejo algunas de las citas que más me gustaron:

“Cada día se forman nuevas ramas, cada segundo de cada hora. (…) Pensar en todas las vidas que podríamos haber vivido y no vivimos podría volvernos locos.”

“Cuando realmente todas las vidas tienen cierto grado de cosas buenas y cierto grado de cosas malas.”

“Podía deducir qué tipo de persona era por cómo le hablaba la gente. Resultaba agradable ser una buena persona. La hacía sentir reconfortada, le ayudaba a confiar.”

“Cuando te quedas demasiado tiempo en un mismo lugar, olvidas lo gigantesco que es el planeta. (…) Del mismo modo, supuso, uno puede ignorar la vastedad interior de las personas.”

“Resulta muy revelador descubrir que el lugar al que deseabas escapar es exactamente el mismo lugar del que escapaste.”