Contáme cuál es tu truco

Para el IG @ine_paisajismo

Una chica sueña con un jardín. Ella cree que ese jardín no es de verdad, que solo existe en sus sueños. Esos que le duran 5 minutos en guardias que hace días enteros en el hospital. Esa chica tiene un accidente pero no muere, su alma está más viva que nunca aunque solo puede ver a un hombre, el que subalquila el departamento donde ella vive. Ese hombre era a quien iba a conocer el día que tuvo el accidente. Ese hombre es el que diseñó y concretó el jardín con el que ella sueña en sus sueños (que, para su sorpresa, sí existe). Ese mismo hombre le va a diseñar el jardín en la terraza de ella, su otra asignatura pendiente, y con ese gesto sellarán su amor.

Si conocés esta historia es porque en el 2005 veías este tipo de películas como yo. Porque aceptaste el código de que Reese Witherspoon fuese ghost y Mark Ruffalo su enamorado humano (y vivo). Y seguramente te acuerdes de esos jardines, especialmente del que tiene la vista privilegiada del puente de San Francisco. Y quizás también te acuerdes de que la película empieza con ese sueño: Reese, rodeada de hermosas plantas, está en un estado de auténtica paz mientras que The Cure canta de fondo la canción que también titula a la película Just Like Heaven. «Show me how you do that trick» canta Robert Smith y la frase parece anticipar la admiración que van a tener los protagonistas uno por la profesión del otro. Él, admirado porque ella salve vidas. Ella, admirada porque él pueda llevar a la realidad espacios de tanta paz con los que ella solo se anima a soñar. La tristeza por haber enviudado lo habían alejado a él de su vocación, pero ella hace prometerle que va a seguir haciéndolo y él lo cumple.

Esta cuenta (@ine_paisajismo) me hizo acordar a esta película. Y es que las plantas son fieles compañeras que nos enseñan la importancia de la reciprocidad: si quiero seguir teniéndolas, tengo que saber cuidarlas. Cada uno tiene su don y yo, como Reese, admiro a los que pueden crear Edenes en la tierra. Oasis en la ciudad. Paz natural en el barullo autoimpuesto. Por eso, Ine, espero que nunca dejes de contarnos, como dice The Cure, cómo es que hacés tu truco.


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